Día Nacional del Egoísmo

Por Ciro Annicchiarico (*)

(Rebanadas de Realidad) El jueves 17 de julio de 2008 será recordado como el Día Nacional del Egoísmo.

Dejemos ya las especificaciones técnicas, los números y porcentajes. Vayamos a la síntesis, a la médula de la verdad.

Un grupo minúsculo de potentados empresarios del agro se opusieron tenazmente a aumentar unos puntos de su contribución para el bien común. Inconcebiblemente, pese a que con ello no solo que no se les disminuían sus ganancias sino que les aumentaban en razón de las condiciones internacionales del mercado.

Y unos miles de privilegiados, representados por el grupo minúsculo de potentados, acometieron con furor, generando más perjuicios colaterales a toda la sociedad, para proteger sus ganancias extraordinarias inmensas frente a las necesidades básicas de millones. No es que ganaran monedas y lucharon para preservarlas, sino que ganan cientos de miles por mes frente a las monedas de las inmensas mayorías, y lucharon para incrementarlas, y diferenciarse aún más.

Los ricos quisieron y consiguieron ser más ricos, para que los pobres sean más pobres.

Digamos por caso, ¿alguien se imagina de qué lado hubiera estado Cristo? ¿Alguien se imagina de qué lado hubiera estado el General San Martín? ¿Alguien se imagina de cuál hubieran estado el Gauchito Gil o la Madre Teresa de Calcuta? Por dar solo unos nombres entre los que esos mismos ricos dicen, habitualmente, reverenciar.

El 17 de julio de 2008, en la madrugada, fue el día en que se aseguró el resultado del egoísmo, por eso se lo recordará. Fue el día en que se consagró el egoísmo, expuesto obscenamente durante más de tres meses ante millones que no tienen casa, no tienen pan, no tienen hospitales, no tienen a donde ir.

Así se lo recordará, y también se recordará el nombre de quienes sumaron denodadamente a esa lucha codiciosa, ya sea por traición, por complicidad con los poderosos, por voracidad personal o porque les resultó útil para encaramar, de algún modo retorcido e infame, sus miserables pretensiones sectoriales. Esos nombres tendrán que ser recordados, uno por uno, para siempre. El pueblo, como siempre sucede, sabrá gravar sus nombres en la piedra indeleble de la historia. Cada 17 de julio serán recordados.

(*) Abogado penalista, ex concejal de Lomas de Zamora; integrante de Conciencia Al Sur (CONSUR), Grupo de Reflexión y Gestión.

Fuente: Rebanadas de Realidad

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